Mi carta, por ti.
Creaste mi sonrisa, me prometiste un mundo; me diste otro.Caminado a mi lado. Lejos, pero mi lado. Escondiste mis lágrimas, me diste tu sonrisa. Cada vez que quería escuchar tu voz, tú me dabas este privilegio, diciéndome aquel "te quiero", que ahora tanto echo de menos. Buscamos las maneras de seguir adelante, en este momento, me parecía una tontería seguir caminando si tú no estabas a mi lado.Pero ahora he tenido que acostumbrar. Sí, pensaba que lo había superado. Sin embargo, una simple llamada, un pequeño recuerdo, ha hecho que el trabajo de más de tres meses, se vaya a la mierda. Mi trabajo? Olvidar, dejarte lejos, no fue más que un puto recuerdo guardado aún más lejos de lo que tú y yo estábamos. Más lejos de la distancia que nos separa, aún mayor que cuando sentía tus palabras, tus promesas. Dicen que un clavo saca otro clavo.Pero es que tú eres ese clavo que se ha quedado clavado, que no quiere irse. Que no quiero que se vaya. No quiero. No puedo. ¿Por qué? Porque te necesito. Sólo son recuerdos los que tengo de ti, pero estos recuerdos de hace un par de meses no se han borrado. Tampoco quiero que se vayan. Recuerdas todo lo que luchamos para dejar la puta distancia atrás? Te has dado cuenta de todo lo que luchamos? Olvido aquella, nuestra lucha, ésta, mi preferida? "Te quiero, te quiero, te quiero .." No se acababan, no quería dejar de decírtelo nunca. Parece que tú tampoco estabas convencido de querer dejar de pronunciar esta palabra que ahora sólo quiero que salga de tu boca. Esta, nuestra lucha ... luchar para demostrar que quería más a quién. Mi sonrisa no se borraba, amor. Pero ahora sí. Hay noches que recuerdo todo, y lloro. Lloro porque sé que nunca cumplirás lo que dijiste. Nuestras 100 fotos, ese abrazo interminable que tantas ganas tenía de darte, aquel beso ... Promesas que para ti han quedado lejos, pero que para mí todavía están, protagonistas de estas lágrimas que salen porque te encuentro de menos.Mucho de menos ... Te quiero.